Al volver de sus vacaciones al norte, y yo de la costa, nos volvimos a ver. Creo que si entre medio de nuestra relación no hubiesen existido dichas vacaciones, hoy en día estaríamos juntos y felices. O quien sabe, quizás no.
Me encontré con una persona totalmente cambiada. Tanto en lo físico como en lo mental, y hasta incluso en lo emocional. Prácticamente ni hablamos, por eso no recuerdo con claridad esa noche. No hablamos ni utilizamos el término “nosotros”. El contaba sobre sus vacaciones, y a mi no me quedaba otra que contar sobre las mías.
No se que paso en el medio, ojalá lo supiera para poder darle algún tipo de cierre a esta historia. Pero con el tiempo cada vez fueron menos usuales los mensajes. Le hacia llamados que pocas veces respondía. El no era él. Aparecía esporádicamente, con mensajes de madrugada y en estado de ebriedad, que no era lo acostumbrábamos a hacer. Nunca capto ninguna de mis señales. Nunca entendió que yo estaba mal, que no me gustaba el nuevo “EL” que había traído del norte. Y yo jamás tuve las agallas para decírselo. No se si por cobardía, o por cansancio de que no capte la onda.
4 comentarios:
Pepucha, aia, que tristor!!!! Seudo hippie hijo de mil!!!! como le haces esto a mi pepona???
No importa pepis, siempre viene uno mejor!!!!!!!!!
Te extraño, ando perdida... a mil, pero ya posteare algo nuevo...
Besos mi sol!!!!!
El último párrafo es excelente.
Saludos, esto debe continuar.
A veces pasa Pepita, que las personas cambian y no lo notan. Muchas veces si lo notan pero piensan que el cambio es positivo; capaz que está mejor ahora con el mismo pero si la cosa no va deberías decírselo bien.
Saludos!
Pd. De donde lo conocés a rama?
Las vacaciones son una cagada para la gente que esta noviando o algo así. Peligrosas.
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