domingo, 17 de mayo de 2009

Ampliando mis horizontes...(gracias al destino)

Era una noche bastante fría recuerdo. Iba a salir con mi hermano y mi mejor amiga. Nos tomamos el colectivo, y al subir, como es costumbre mía (además de saludar amablemente a colectivero), hago un escaneo del panorama en el colectivo. En unos pocos segundos observo todas las caras de los presentes. No se porque lo hago, capaz porque se que siempre pero siempre, el destino me tiene preparado algo.

Sin dudar que era él, le digo a mi amiga: Ese es el amigo de tu “rollinguita”.

Yo iba sentada en uno de los asientos de adelante de todo, a la derecha. El iba en los que son enfrentados, pero del lado izquierdo. Mi hermano y mi amiga, se sentaron juntos detrás de mi, por eso me daba vuelta todo el tiempo para hablarles, (y ya que estamos relojear al muchacho en cuestión). La radiografía que le saque es increíble. Todavía me acuerdo su vestimenta, y que llevaba unos platillos de batería en una funda (y eso que fue hace bastante tiempo).

Cada tanto me devolvía alguna mirada, pero yo creía que solo lo hacia porque me temía de tanta observación, y si no me devolvía una mirada, me iba a inmolar en pleno colectivo.

Su camino había terminado, hora de bajarse. Cuando lo hace, decididamente lo miro mucho por la ventana. Levanta la cabeza, me tira un beso y sonríe.

Todo el colectivo se enteró del suceso. Mi hermano estaba avergonzado al oírme gritarle a mi amiga: Boluda, lo visteee?? Me tiro un beso!!

¿Qué dicen? ¿Esta historia quedará en un amor platónico y a primera y última vista, o llegará a su momento de consolidación?

4 comentarios:

Pablo dijo...

Es que estas historias son la famosa Teoría Boomerang. En cuanto menos lo esperas, pum.

José Luis López Recio dijo...

Nunca se sabe, tal vez volvais a encontraros y tal vez, solo tal vez, syceda algo que parece que deseas que suceda.
Saludos

J a m o n a dijo...

Pepa dejanos un poco de destino carajo!

Malala Mala dijo...

de una que vuelve!!