sábado, 4 de abril de 2009

Ese chico de belleza exótica envuelto en paños rosados (III)

Si, yo creía en el destino. Siempre fui una pequeña seudo “John Locke”, repitiendo una y otra vez que si tiene que pasar va a pasar, o que si paso es por algo; que como no creo en dios, creo en el destino, y todas esas cosas. Pero realmente hablaba por “boca de jarra” como dice una gran amiga. El destino nunca me había pegado un cachetazo y me dijo: Ey loquita, acá estoy, ahora si hacete la John Locke.

Hasta ese viernes a la noche. Un viernes de locura, con algún que otro agregado especial, y como siempre con amigas. Esa noche, mientras bailoteaba anda a saber que (seguramente algún hitazo de Sir Cacho Castaña, o algún tema meloso de Sergio), miro hacia la barra (si, en la barra siempre están las mejores cosas: Un chico bello o no bello comprando alguna sustancia de contenido alcohólico que procederemos a robar en los minutos posteriores, o bien un barman muy rico), y lo veo. Si, era el, el chico del buzo rosa.

Lo veo, nuevamente apoyado en una barra junto a su amigo musculoso. En eso, una de mis compañeras de laburo con la que estaba esa noche, lo abraza desaforadamente. Yo estaba anonadada (y creo que si mi color de piel fuese un toque mas claro, estaría hasta pálida). No entendía nada.

Automáticamente, le informo mi situación a ella, la cual (debido a su alcoholismo), no presto atención; además no sabia ni que existía un “buzo rosa” en mi vida.
No lo dude. Lo mire fijamente y le hable…

Yo: Vos te fuiste a Mar del Plata! (con signo de exclamación! Así de segura!)
Buzo rosa (sorprendido y pero callado): Si!
Yo: Yo a vos te vi, me acuerdo!
Buzo rosa: Quizás era otro chico, todos me dicen siempre que me parezco a alguien.
Yo: Si, es que te apareces a un amigo (era demasiado apresurado decirle que se parecía a un ex!), pero además estoy segura de que te vi en la playa y en algún boliche.
Buzo rosa: Ah si puede ser!

Ya se, fue la charla mas seca de mi vida. Pero era el, era amigo de mi amiga, vivía en esta provincia. Era de verdad!!!

No recuerdo que más paso durante la noche. Cruzamos más palabras. Nos reímos. Volví a percatarme de lo feo que era y de cuanto me gustaba. Hasta nos dimos el gusto de bailar un lento. Si, como dos nenes de 7mo grado. Pero no hubo besos, ni creo que los haya.

En ese momento me sentí la mujer con más amor en su cuerpo, de todo el mundo. Ahora ya se me paso, porque paso de ser platónico a real. Y cuando tiene una cierta pizca de realidad, ya aburre.


¿sera el final? Con este chico, nunca se sabe.

7 comentarios:

Shu dijo...

Pepona!!!!!! OMG!!!! que lindor!!! me mori de amor, te RE veo en el boliche, jaja, con el trago en la mano, yendo a decirle al rosado que lo viste en MDQ!!! Como si él supiera todo lo que nos venis contando!!!
Pepis te banco, te re imagino, y creo que hasta te kiero!!!
Viste como te ibas a ir PUM para arriba con esto???
Gracias x pasar x mi blog, anoche estaba como sacada, y necesitaba un desahogo.
Mil besos!!!!!!!!

AH... PRIIIIIIIIIIIIIIII (siempre quise hacer eso jaja)

J a m o n a dijo...

pepaaa!!!!!
que situacion incomoda che...

pero como vos decis, nunca se sabeeeeeee

Shu dijo...

Pepus vine a dejarte un beso y dos abrazos.
Nos vemos ciberneticamente hablando!!!!

Xaj dijo...

Disfrutalo, está buena esa vibra inicial, cuando todo puede ser.

Saluditos.

Pable dijo...

Srta Pepita la pistolera: Que rara su historia, y que raro el chico del buzo rosa.
Muy cierto eso del aburrimiento que genera una persona cuando pasa de lo platónico a lo real.
Beso!

Pable (El mismo Pable que le firmaba el blog al pobre de Chau)

Virginia dijo...

Saludos enormeees :)

Lola dijo...

Por nada del mundo saldría con un hombre con un buzo rosa... pero gustos son gustos...